martes, 3 de enero de 2012

¿Final del juego ó punto suspensivos?

Esa fue 
la noche 
del viernes 30 de diciembre 
ya pasado año, esa fue la última noche de ese terminado año. Después de muchas indirectas malogradas pero al fin captadas, después de haber pasado una semana de aquella noche en la que terminó todo mal. En la que se veía venir un final. 
El tan anunciado final. Y esas malditas copas de más que nos hicieron decir todo y más. Y de no aguantarme que me trate como una mas. Y de no aguantarse que lo histeriquee una vez más. Después que lo dejé con las ganas, después que le dije todo lo que pensaba, después que me reí en su cara, y a sus espaldas. Después, que me permití no llevar eso un segundo más.


Esa ultima noche del año pasado, pasó lo que tenía que pasar, después de aguantar tanto, lo que suele pasar.
Entré a la disco, pensando que no iba a estar, porque era simplemente un viernes. No me preparé pero tenía que suceder y sucedió. Verborrágicamente, no me saludó. Pero me miró, con cara de enojado, de "Nunca más te hablo". Y yo tampoco lo saludé a Brian, algo andaba mal, lo que tanto se pensó sucedió. Pero todo lo hace para celarme a mi, bailaba con mi amiga y me miraba a mí. Intentaba decirle las mismas cosas que a mí, pero ella no es así. Y bailaba con ella, adelante mio, a propósito y no era mentira. Y le hablaba a ella de mí..
Y yo no atiné a hacer algo, porque para mí, el juego estaba suspendido, no vamos a hablar de algo terminado. 
♥..
Y se acercó a la barra y me corrí, miré para otro lado y lo vi.


- ¿Dormimos juntos anoche que no saludas?
(Esa frase que tanto de él escuché, una vez la pronunciaba. Me habló distante, pero me habló..)
- No, no te tengo porqué saludar.
-Ok.
- Así que no me hables más, por favor. A partir de ahora no te conozco.
- Ok. Chau. No te hablo más.
(Y una sensación inexplicable en mí, en un segundo emergió. Y en mi cabeza resonó: - ¡No! ¿Qué acabo de decir?¿Qué hice?)


Rápidamente y casi en simultáneo.


- Dame mi anillo, por favor. Dale, damelo.
- No, ya está ya fue. Nosotros no nos conocemos, no me hables.
- Pero me tenes que dar mi anillo y ya está.
- ¿Para qué? Ademas, vos ya tiraste mi anillo al inodoro.
- Dale.
- No. Chau.

Una fría y distante conversación. Enseguida se fue. Y de rara costumbre, no fui por él.
♥..
Vuelve a la barra, donde yo estaba. Y le pido un trago.


-¿Me das un poco?
-¿Un pico?
- ¿Qué?
- ¿Un pico ó un poco?
- ¿Un pico?
- No igual un pico no te doy.
- Si yo sé bien que queres.
- No te confudis, quería (tiempo pasado) ahora ya no quiero.


Se dio media vuelta y se fue. Y me molestó mucho su actitud y la soporté. Por dentro tenía bronca.
Cada uno por su lado, pero a la vez estabamos bien al lado, nos evitamos, pero nos miramos, eso que no pudimos hacer, pero que igual vio crecer, la atracción se mantuvo aún a la distancia. Esta vez, ya no jugaba con las palabras. Ahora el lenguaje era/es la mirada.
♥..
Y el último diálogo nuestro del año fue:

- Mirá, para vos que te gustan las gordas (ahí hay una gorda)
- ¡Claro, si! Vos sos flaca.


(Obvio, nene. Y me siento tan bien, porque encima de todo te la querés dar de...¿De qué te la queres dar? Con una chica así no podés jugar. Y lo sabes bien, por eso hasta el último día, a escondidas me vas a celar, a la distancia ahora me vas a mirar. Y yo tambien, pero a reirme, porque no podes más y yo sí.)

Y así fue que nos dijimos las más lindas y las más peores frases, las más feas y hermosas palabras. Somos así, ¿O fuimos así? No sé, tengo que poner puntos suspensivos porque me dá de pensar, porque no sé qué..♥

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo sabía, siempre lo supe. Hay personas que son irretenibles, entran en tu vida destinadas a salir de ella. Entran en tu vida, te llenan de momentos felices y se van. Podemos abrazarlas con todas nuestras fuerzas pero lo máximo que conseguiremos, tal vez.. es que se vayan un poco más despacio porque es imposible abrazarlas con suficiente fuerza.
♥~