lunes, 30 de abril de 2012

#No soy yo; sos vos.

¿Qué nos pasa después de un tiempo caminando por la vida con el combustible de una barata ilusión?
El motor, se funde más rápidoLa conciencia no se enfría y se produce un recalentamiento constante ante cualquier situación.
Perdemos reflejos y agilidad, olvidamos lo que fuimos, lo que somos; lo dejamos pasarEl alcohol puede ser un sincericio, una cura enfermiza ó un simple dejavú.
Los cien metros anteriores a un semáforo, a una velocidad de ciento cincuenta kilómetros por hora, se traduce en un micro instante donde la cabeza hace un clic y parece querer recobrar el conocimiento, lamentablemente, siempre terminamos estrellándonos contra la pared.
Y ahi viene, ese es el momento,en donde te acordas hasta del último cartel de seguridad vial que te recomendaba ir a paso tranquilo. Pero, ya estás ahí, no hay nada que puedas hacer al respecto. Te calmas, y comienza el proceso que suelo denominar como “inventario mental”, una vez que estás cayendo analizas todas y cada una de las cosas que viviste, intentando encontrar una explicación oósimplemente, una buena razón para rebotar. Te deshaces en planteos filosóficos, en vos está hallar la verdad.

Finalmente, cuando la encontras, la generalidad de la humanidad nos ratifica nuestra pérdida de tiempo, es decir: que en poco, viviste tanto, te aceleraste al mango y ni siquiera sabías a dónde ibas, crecías de golpe y no lo podías evitar, pero, era tan predecible, que hasta lo dudabas.

Cuando llegaste a esos ciento cincuenta kilómetros y atravesaste la pared, esperando que la misma se partiera en dos, sólo para que pasaras, olvidaste que hace tiempo que los frenos no te funcionaban, entonces ahí es donde se produce tu quiebre emocionalEs una caída particularmente prolongada en meses, donde nunca vez el fondo y jamás vez la salida, donde contás los días gracias a la cantidad de lunas en las que te desvelaste, donde lloras océanos y corre tanta sangre como tabaco en tus manos.

Ahí, es donde toma partido tu nueva adquisición: tu desorden de personalidad.
Dejame adivinar, ¿No te diste cuenta tampoco que mientras corrías, tus estados emocionales subían y bajaban como una montaña rusa? Es clásico. Hay dos yo en vos, uno que intenta salir desesperadamente y otro que se resigna a seguir cayendo.

Y luego de un tiempo, cuando encontras el tan ansiado equilibrioel vértigo desaparece, pero la caída sigue tan inerte e infinita como siempre.

♥..Tocar fondo, no es desarmarse en vida, es reaccionar, analizar, asumir, olvidar y seguir.
Habiendo un fondo, se ilustra imaginativamente una salida obligatoria. Uno debe centrarse en buscarla, olvidar la falsas distracciones momentáneas y tratar de salir bien parado de la situación, quizás con más defectos, pero ahora más visibles a sí mismo y sólo queda dedicarse a pulirlos siendo lo más perfeccionista posible.

♥..Si la solución paliativa te resulta exitosa, entonces verás que te acordarás a diario de usar el cinturón de seguridad, tener en condiciones los frenos y ante todo, evitar seguir corriendo.

♥..Si obvias los pasos y resumís tus procesos mentales a un simple cambio, esto que permanece dormido,eventualmente despertará.

♥..Pero, después de todo, nadie es perfecto y todos tenemos una bestia durmiendo dentro, algunos nos ocupamos a diario de ponerle somníferos en la comida, otros tienen la suerte de ser animales que hibernan y sólo en el verano deben de preocuparse por controlarla. A veces te enferma cargarla y otras, encerrarla, a veces ella quiere ser vos y vos ser ella, a veces, es tu propia necesidad de rebotar,la que te lleva a caer

♥..Pero después de todo, de todo se aprende, se queda con lo mejor, con una experiencia. No hablemos de errores, hablemos de lecciones. Si pasó, pasó por algo. ¿O no?



#
Esto último que pasó, este último adiós, me hizo abrir la cabeza; pensar. Lloré, sí! Obviamente, lloré; pero también crecí, no me permití caer profundamente en un pozo ciego, ni deprimirme hasta el punto de ver todo oscuro, todo lo malo. Me quedé con lo mejor. Lo que fue lindo mientras duró.
Este último tiempo, siento que pude sobrellevar situaciones que antes me hubieran obnubilado, que antes me hubieran sobrepasado. Este último tiempo, aprendí a valorar esas pequeñas cosas que antes mucho no valoraba. Pude apreciar lo que es estar con una grata compañía que sin nada se convierta en tu todo. Pude sonreír, porque existió esa persona que me hizo sonreír. Pude decir: No a cosas que el alcohol no me hubieran dejado decir que no. Pude valorar lo que es que una personita de la nada se convierta en algo especial. Pude salir, pasear, cantar, bailar sin compromisos de tener que terminar en un habitación, entre cuatro paredes pero con el hermoso compromiso de saber que al estar con él nos comprometemos a estar bien, a ser el uno para el otro. 
Pude darme cuenta que por más que haya pasada el tiempo, después de diez años, con mi primer amorcito de la secundaria, está todo bien. Y hasta me animo a decir que está todo igual. Es inmensamente grata esa sensación de poder hablar con "esa" personita que mueva tu mundo, que no espere nada, pero a la vez dé todo. Es inmensamente grata la sensación de saber que la confianza jamás se va a perder, y que al contrario cada vez estamos ganando mucho más.
Cambiar noches de sexo, alcohol y vale todo por noches tiernas, casi románticas con la compañía que al corazón le hace falta. Acompañar al corazón, no tanto al cuerpo.  Después de todo, cada uno de nosotros, cada corazón, es nuestro propio yo, esa vocecita que nos habla desde el interior. Esa que pide la más simple y tierna compañía. Ese que se complace con mimitos, palabras lindas, sonrisas. Los detalles. Las pequeñas y más valiosas cosas de la vida.
Después de todo, el cambio lo provoca el otro, pero el cambio está en vos. En mí. ¡Y ya está!No hay nada más que decir, mi corazoncito se siente libre pero bien acompañado. 
Y de eso se trata. Llegar a ese estado. Y yo creo, que estoy en eso..

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo sabía, siempre lo supe. Hay personas que son irretenibles, entran en tu vida destinadas a salir de ella. Entran en tu vida, te llenan de momentos felices y se van. Podemos abrazarlas con todas nuestras fuerzas pero lo máximo que conseguiremos, tal vez.. es que se vayan un poco más despacio porque es imposible abrazarlas con suficiente fuerza.
♥~