#Crónica de un "final" anunciado.

Se supone que todo tiene un principio y un final. El principio es siempre fácil de acordar. Pero ahora el final, es todo un tema.


Se sabe que pueden haber finales abiertos, por uno de los dos, o bien por ambos dos. Que pueden haber finales que nunca se terminan de concretar. Algunos son abruptos, otros anunciados. Algunos sólo esperamos que lleguen, que se acaben y en cambio otros, los negamos; evadimos todas las situaciones que lo puedan hacer llegar nada más para poder prolongar un poco más esa historia que no queremos terminar. Otros no los queremos aceptar, nos cegamos, nos obnubilamos. No nos queremos imaginar ni en sueños esa patética sensación que nos harían sentir. Sin embargo, con todo esto lo único que hacemos es lastimarnos más.
Entendí que muchas veces es peor el remedio que la enfermedad. Que no sirve aferrarse a algo que no tiene futuro, a algo que no es de a dos. Hay que saber interpretar cuando esas señales nos dicen: "Ya fue".
Todos sabemos que hasta los cuentos de hadas más preciosos tienen el tan ansiado y esperado "final". Todos supimos llorar con esos finales. Todos supimos alegrarnos con esos finales. Todos supimos indignarnos con tantos otros. Todos supimos asombrarnos con otros. Pero hay dos cosas en común que tienen los finales de los cuentos, son que se asemejan, lisa y llanamente con los de nuestra propia vida, con lo que nos pasa.
Fijate, seguro que has tenido, tenés ó tendras tu propio, maravilloso y único cuento de hadas, miles de cuentos de hadas, miles de tus historias de amor. Y por otro lado, todos los finales, nos dejaran una enseñanza, una moraleja, algo aunque sea algo mínimo algo que hayamos aprendido. Y que nos sirva de lección para seguir. Después de todo, la vida continúa y hay que continuar.

Yo supe desde un principio que eso iba a terminar, y creo que así está bien. Lo bueno ó lo malo, nosé. Es que lo terminó él.
Ale la semana pasada no me contestó. No tuve noticias de él. Mil mensajes sin respuesta. El último fue para preguntarle si estaba enojado conmigo ó qué. Y tampoco existió respuesta. Creo que no hice nada malo. Lo quise, pero nunca se lo dije. Lloré. Lloré esa madrugada antes de verlo por última vez. Con unas cuantas copas de más, quizás le dije alguna que otra verdad. No lo recuerdo. Pero solamente lo quiero recordar bien.  Que fue hermoso. Pero esta bien: Hasta acá llegué. Siempre supe que no daba para más.
Despues de todo, fueron hermosos momentos vividos con él. Y me quedo con el recuerdo de esa madrugada del 31 de diciembre del año pasado que lo conocí. Y me quedo con todas esas madrugadas que pasaba junto a él. Y me quedo con esa noche de verano que llovió; que fuimos uno los dos. Y me quedo con todo lo bueno, porque tiene que ser así. 
Y esta vez sí que se terminó. ¡Y sí! Lloré, siempre lloro..no soy buena para los finales, para las despedidas, me sensibilizan; quisieran que no existiesen, pero a fuerzas de voluntad y aceptación estoy empezando a vivirlas como un estadío de la vida por el cual a todos nos toca pasar.

Despues de todo, yo sabía que se iría, hay personas irretenibles en la vida. Hay personas que sabemos muy dentro nuestro que se iran, a fin de cuentas siempre se van, para no volver nunca más.
Despues de todo, me queda la inmensa y grata satisfacción de que lo conocí. Y dondequiera que esté, sé que así estamos bien.
♥~